Artículos y espacios para una ma-paternidad consciente
El porteo acompaña a les bebés desde el nacimiento y puede sostener durante toda la infancia, adaptándose a los cambios físicos, emocionales y vinculares de cada etapa.
Porteamos desde el cuerpo, pero también desde el deseo de estar cerca, desde la necesidad de regular, de ofrecer contacto, contención, presencia.
👶 Primera etapa
Desde recién nacides hasta que logran control autónomo de su columna, les bebés necesitan un porteo que contenga punto a punto, respete su postura fisiológica y brinde seguridad.
En esta etapa recomendamos fulares elásticos o rígidos y bandoleras de anillas. Son ideales para sostener con suavidad y ajuste preciso.
🧷 Segunda etapa
A medida que les bebés logran sentarse (en trípode, con apoyo o solites), se pueden incorporar portabebés que brindan mayor practicidad, como las mochilas ergonómicas, los onbuhimos y los bei dais.
La clave sigue siendo respetar el ajuste adecuado al tamaño y etapa de desarrollo de cada bebé.
🚶 Etapa toddler o niñez temprana
Aunque caminen, muches niñes siguen necesitando brazos. El porteo sigue siendo útil para momentos de cansancio, regulación, sueño, situaciones nuevas o simplemente conexión.
En esta etapa usamos mochilas toddler, bandoleras a la cadera o porteo a la espalda, siempre con un ajuste ergonómico adaptado al crecimiento.
🌱 El porteo en contextos de discapacidad o con fines terapéuticos
El porteo puede ser una herramienta fundamental en situaciones donde hay desafíos motores, sensoriales o emocionales. Sostener el cuerpo en contacto cercano facilita la regulación, la estimulación, el descanso y el vínculo.
Cada cuerpe es única, y por eso trabajamos con portabebés pensados para adaptarse a cada necesidad. Portear también es acompañar procesos de desarrollo y rehabilitación desde el respeto y el amor.
💜 Porque no hay una única forma de crecer, pero sí muchas formas de sostener.